martes, 21 de abril de 2015

Maldita maldición.

¿Sabías que Jackeline Bracamontes fue víctima de infidelidad por parte de su marido? Al igual que Luz María Cetina y muchas famosas aparentemente "perfectas".

Estoy sentada en un café. Son apenas las 19:30 horas de la tarde, el sol está en todo su apogeo. Es horario de verano y muchas parejas vienen a pasar el rato, al igual que señoras con las amigas y grupitos de niñas de la prepa. A mi lado hay una parejita que parece llevarse bien, hasta que entran a escena unas chicas de aproximadamente 1.75 de alto. Una es "rubia" porque el tinte es muy evidente, la otra es morena y con cabello chino. Se ven exuberantes pero al observarlas bien, descubres que la güera definitivamente no tiene ningún chiste y la morena es la que tiene buenas curvas. Ninguna de las dos tiene un bonito rostro sin embargo, el novio de la parejita que les hablaba, casi babea viéndolas. Para la novia es evidente por lo que muestra signos de molestia. Él trata de no ser tan obvio y regresa a la conversación como si nada hubiera pasado. ¿A quién le suena familiar este asunto?

Ya sé.

El consuelo que tenemos es que "todos los hombres son iguales". En serio. Lo pongo entre comillas por los dos que son la excepción a la regla (a los cuales por supuesto, no conozco). Seas muy muy bonita, tengas la mejor cara, seas modelo de Victoria's Secret o la doble de Kim Kardashian, esto te va a pasar en cualquier momento. ¿Será que no lo pueden evitar?

Hombres, hoy no voy a defender lo indefendible. A lo mejor unos lo hacen porque ya estamos muy vistas, otros por su ojo curioso de ver qué tal está la vieja y otros por ver qué pescan. Aún así, esta actitud es sumamente molesta. Como lo dije, me queda el consuelo (como dicen mal de muchos consuelo de tontos) de que a todas nos pasa.

¿Por qué no la siguiente que tu novio se le quede viendo como bobo a otra vieja le das una patada en los huevos?

Digo, porque a lo mejor los podemos educar estilo Pavlov.

Chau.