martes, 17 de septiembre de 2013

Caso Inconcluso

Era un día de verano. De esos que el aire fresco te pega en el rostro y el sol parece no quemar tanto sobre la piel mojada. Iván y Leticia vivían la vida perfecta: tenían una casa, un auto último modelo, estaban de vacaciones en la playa y sobre cualquier otra posesión preciada en esta tierra, tenían una pequeña hija.

-Vamos a nadar, dijo él emocionado.
-Pero si no sabes nadar, menos en el mar.
-El mar está muy tranquilo Leticia. Vamos.

Tomó a Leticia de la mano, no sin antes encargarle su pequeña hija a su suegra. Caminaron hasta que se perdieron en el horizonte de arena y el agua golpeaba sus talones. Temerosa, Leticia se metió al mar, mientras que Iván la iba jalando poco a poco.

-Ya no me quiero alejar, dijo ella.
-Nos quedamos aquí.

De repente ella comenzó a sentir que ya no tocaba el piso, que el mar la estaba jalando poco a poco y que las olas venían con mayor intensidad. -¡Hay que salir de aquí ahora!- le gritó a Iván. Un ataque de ansiedad se apodero de ella. Trató de asirse lo más fuerte a Iván pero éste parecía hundirse. Unos pescadores en la costa se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo, por lo que le dieron aviso al salvavidas. Varios hombres salieron corriendo hacia donde estaba la pareja.

Leticia gritaba y hundía a Iván con cada grito que daba. Sentía que no podría sostenerse más. Iván, desesperado, se quitó a su esposa de encima y nadó hacia la costa. Leticia continuaba gritándole a Iván, aunque ya no se distinguía lo que decía a lo lejos. Una ola la arrastró mar adentro y se la tragó. Cuando Iván se reunió con el salvavidas, les indicó donde se había quedado Leticia.

Después de unos minutos la rescataron. Inconsciente. Pudo sobrevivir.

Leticia nunca entendió porque su marido la dejó sola en ese momento. Pensó que su amor no era verdadero y que si alguna otra adversidad se cruzaba en el camino, no podría contar con él.

¿Por qué pensaría usted, estimado lector, en abandonar a su esposa en pleno mar abierto?

a) Para que me deje de molestar, a ver si se ahoga.
b) Yo sí pienso en mi hija.
c) La desesperación. De morirme con ella a que se muera uno de los dos...

Concluya usted este caso.

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